¿Adónde se puede ir cuando no se tiene la libertad de viajar que se tenía antes? La pandemia puso de relieve una forma de viajar que ya existía para algunos de nosotros: el slow travel. Con las fronteras cerradas, era hora de explorar el mundo que nos rodeaba. Pero, ¿eso significa viajar? Ha habido un boom de la bicicleta, los viajes en furgoneta y las microaventuras. Bienvenidos al slow travel.
El slow travel surge de un movimiento más general conocido como slow life. Una filosofía que empezó con la comida. En 1986, en Italia, un movimiento ciudadano anti McDonald's luchó por apoyar la cocina regional y a los agricultores locales. Fue el nacimiento de la slow food. El concepto se extendió rápidamente y ahora se ha extendido al mundo de los viajes. "Lento" y "presente" son las palabras clave para que un viaje sea un éxito.
¿Qué significa esto en la práctica? Más énfasis en conocer un lugar, sus tradiciones, gastronomía y curiosidades, en lugar de marcar todas las casillas de una lista de cosas por hacer. La calidad de la experiencia más que el maratón de la exhaustividad. Explorar una región más que un país. Aprovechar el momento. Vivir y sentir experiencias.
Este ritmo lento es también garantía de renovación profunda, pues el tiempo ya no dicta las acciones. Descubrimientos, encuentros, conexiones: se trata de alejarse del ritmo frenético, desconectar y volver a lo esencial. Es natural que varios medios de transporte se hayan sumado a este movimiento, como el tren, la bicicleta e incluso la furgoneta.
El slow travel está redefiniendo nuestra relación con el tiempo, y la furgoneta es la imagen misma de la libertad. Lo ideal es planificar el viaje a tu antojo, improvisando sobre la marcha, parando en cualquier momento. Vives según los kilómetros y el sol. Toda una experiencia. A esto se añade un enfoque minimalista de las necesidades materiales. Poco espacio, optimizado al máximo, y por tanto pocas pertenencias. O más bien lo imprescindible para mantener tu hogar confortable. Y todo esto encaja bien con la definición de "slow", ya que se trata menos de consumir y más de preservar.
Es una filosofía que nos habla bien y que queremos poner en práctica para que otros puedan experimentarla por sí mismos.
Cuando pensamos en la vida en furgoneta, inmediatamente nos viene a la cabeza la idea de adentrarse en la naturaleza, viajar en solitario por parajes salvajes, aislados y en busca de sentido o aventura. Pero hoy en día, el viaje nómada en el sentido más amplio del término es también un asunto de familia, ya sea con niños o adolescentes.
Viajes nómadas. Así es, ha llegado el calor, el verano y con él las ganas de viajar y evadirse de todo. ¿Quién no sueña con subirse a un coche o a un tren y encontrarse en otro lugar durante unos días? Así que hemos pensado que es hora de ayudarle a hacer realidad esos sueños.
Siempre hay preguntas que nos hacemos antes de salir, por eso la planificación es un paso tan importante. ¿Cuándo ir, con quién, en qué región, cuántos kilómetros? ¿Quién no se ha hecho alguna vez esta pregunta?
